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El verano es tiempo de vacaciones: esos ansiados días de desconexión de nuestra ajetreada vida diaria y la rutina para dedicarlos al ocio y la recarga de energía.
Y sabemos que durante esos días no suena la alarma del despertador.
Sin embargo, si vienes a Extremadura merece la pena madrugar.
Esos minutos en los que la penumbra de la noche que nos abandona y la claridad del nuevo día que se abre paso nos deja estampas como las de esta fotografía.
¿No os transmite una gran serenidad?
Los campos de Extremadura, se nos descubren con belleza tranquila y embriagadora.
Hogar de cientos de aves que a primera hora de la mañana los convierten en melodioso concierto como prolongación de las centenarias encinas y alcornoques.
Ver un amanecer en la naturaleza extremeña es un regalo único e inolvidable que hay que hacerse a uno mismo al menos una vez.
Y si eres más urbanita, nuestros destinos culturales te ofrecen poder pasear por calles y plazas silenciosas con monumentos llenos de historia iluminados por los primeros rayos del sol.
Ven a Extremadura y al elegir alguna de nuestras experiencias enamórate de uno de los cielos más limpios y bellos de nuestro país.
