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Cuando se va aproximando el final del año, la Organización Mundial del Turismo hace pública la lista de los Best Tourism Village. En la de 2022, dentro de los 136 pueblos que fueron propuestos fueron elegidos treinta y dos y de ellos, tres eran españoles: Rupit, en Barcelona; Alquézar, en la provincia de Huesca y Guadalupe, en la provincia de Cáceres.
Para elaborar esta lista, la Organización Mundial del Turismo se basa en la combinación de patrimonio monumental, natural y gastronómico.
Nos centraremos en esta ocasión en Guadalupe, pueblo de gran belleza y personalidad y con un patrimonio cultural muy relevante.
Sin olvidar que está enclavado el Geoparque UNESCO Villuercas-Ibores-Jara, donde los amantes de la naturaleza disfrutarán sin ninguna duda.
Su impresionante monasterio tuvo su origen en la aparición de la Virgen al pastor Gil Cordero.
El rey Alfonso XI de Castilla ordenó construir el Real Monasterio de Nuestra Señora de Guadalupe en 1340 y está declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Es un enorme complejo compuesto por la iglesia, patios e incluso una hospedería que sirvió para albergar a los peregrinos que venían a ver a la Virgen.
El conjunto tiene influencias mudéjares, góticas, renacentistas y barrocas y alberga en su interior interesantes dependencias como la Sala Capitular o el Camarín de la Virgen.
Tiene este enclave una historia de Fe y Cultura de más de siete siglos, y cobró protagonismo con la evangelización y conquista de América. Fue un centro de cultural de primer nivel: centro de investigación y enseñanza (escuela de medicina, botica, scriptorium…), talleres de diversa índole (bordados, orfebrería, miniados), biblioteca con un fondo extenso y rico, centro de peregrinación y hospedería.
Los Reyes Católicos pasaron largas temporadas en el monasterio y allí recibieron a Cristóbal Colón en varias ocasiones, antes y después del Descubrimiento.
Aquel pasado se manifiesta en su majestuosa biblioteca y librería, sus capillas musicales, en su Scriptorium o Escribanía de libros miniados o “iluminados” o en sus colecciones de bordados y de orfebrería.
La orden de san Jerónimo ocupó el Monasterio durante cuatro siglos hasta la desamortización de 1835. Y desde 1908 está dirigido por la orden Franciscana.
El pueblo de Guadalupe conserva restos de dos murallas y calles empedradas muy variopintas. Un casco histórico de los siglos XIV-XVI nos muestra una arquitectura típica serrana con balcones y soportales.
En la Plaza donde se ubica el Monasterio, una fuente, conocida como la Fuente de los Tres Chorros, ocupa el centro de la misma, de la que parten varias calles en forma radial convirtiéndose en el epicentro turístico de la localidad.
Entre sus rincones más pintorescos y bellos se encuentra la Plaza de Santa María de Guadalupe, el Colegio de Infantes o de Gramática, de siglo XVI, hoy convertido en Parador de Turismo o el conjunto de Hospitales.
Y si buscan un souvenir típico de Guadalupe lo encontrarán en lo relacionado con la tradición: los encajes y cestas de mimbre para la decoración y las deliciosas morcillas y roscas de muédago para contentar al paladar.
Si de contentar al paladar se trata, esta comarca de Las Villuercas-Ibores-Jara tiene varios productos de alta calidad que han sido reconocidos con denominaciones de origen, como son la miel y el queso, sin olvidar los vinos de la cercana zona de Cañamero.
