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Si hay algo que Extremadura sabe hacer bien, es sorprender. Y Malpartida de Cáceres es el ejemplo perfecto. A solo unos minutos de la capital cacereña, esta localidad combina tradición gastronómica, arte vanguardista y un entorno natural que parece sacado de otro mundo.
La Patatera, la excelencia de un humilde bocado.
Extremadura es conocida por la excelencia de sus productos ibéricos con el jamón y los lomos entre sus mayores tesoros. Sin embargo, más allá de estas piezas nobles, la región también cuenta con otras chacinas en las que la humildad no está reñida con su excelencia, como la patatera. Elaborada con patata y grasa y carne de cerdo ibérico, su sabor y textura son una delicia. Es un manjar que ha pasado de generación en generación, y que en Malpartida, tiene un protagonismo especial.
Aquí se celebra cada año la Fiesta de la Pedida de la Patatera, un evento ligado al carnaval donde vecinos y visitantes se reúnen para disfrutar de este producto en un ambiente festivo y acogedor. La fiesta ha cobrado cada vez más relevancia y este año ha contado con la presencia del prestigioso periodista José Ribagorda, galardonado con el Premio Patatera de Honor y que ha destacado su importancia como una de las grandes tradiciones gastronómicas del país. La patatera ha conquistado la alta cocina y chefs de renombre, como Toño Pérez, del restaurante Atrio (tres estrellas Michelin), la han incorporado en sus creaciones, elevando este embutido tradicional a la alta cocina.
Los Barruecos: un paisaje de otro mundo
Pero Malpartida no solo se saborea, también se admira. A las afueras del pueblo se encuentran Los Barruecos, un Monumento Natural que parece una escultura tallada por la propia naturaleza. Sus formaciones rocosas, erosionadas durante miles de años, crean un escenario único que cambia de aspecto según la luz del día.
Este entorno no solo es espectacular a nivel paisajístico, sino que también es hogar de una de las colonias de cigüeñas más importantes de Europa. Un lugar perfecto para una caminata relajante, para observar aves o simplemente para dejarse maravillar por el entorno. Y si a esto le sumamos la laguna que refleja las piedras como si fuera un espejo, la experiencia se vuelve casi mágica. Un paisaje que no pasó inadvertido a los productores de Juego de Tronos que lo eligieron para rodar algunas escenas.
Arte en estado puro: El Museo Vostell Malpartida
Pero si algo hace especial a Malpartida es su capacidad para combinar naturaleza con arte. Y aquí entra en juego el Museo Vostell Malpartida, un espacio único fundado por el artista alemán Wolf Vostell, una de las figuras clave del arte contemporáneo. Este museo, ubicado en un antiguo lavadero de lana, es un lugar donde las obras de arte se mezclan con el paisaje, creando una atmósfera difícil de encontrar en otros museos.
Las piezas de Vostell, que incluyen esculturas, instalaciones y obras del movimiento Fluxus, desafían la percepción del espectador y lo invitan a reflexionar sobre el tiempo, la memoria y la relación entre el arte y la vida cotidiana. Sin duda, una visita imprescindible para quienes buscan algo diferente en su viaje.
Un destino que lo tiene todo
Malpartida de Cáceres es uno de esos lugares que ofrecen mucho más de lo que uno espera. Desde la tradición culinaria con la patatera, pasando por la belleza natural de Los Barruecos, hasta la provocación artística del Museo Vostell, este destino es una joya a las puertas de Cáceres.
Si buscas una escapada que combine sabores auténticos, paisajes inolvidables y arte en estado puro, Malpartida te espera con los brazos abiertos.