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OLIVENZA Y SIERRA DE ALOR

POR Carolina López Galván - 30/03/2024

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Todos los años, al llegar la primavera, hay una zona que a Extremasensación nos parece especialmente bonita para darse una escapada: Olivenza y la Sierra de Alor.

Si te gusta el patrimonio y hacer senderismo y la observación botánica a partes iguales estás de suerte porque te proponemos un recorrido turístico por Olivenza, localidad con un fuerte influjo portugués en su arquitectura, en su gastronomía, en sus costumbres e incluso en su forma de hablar.

Olivenza

Y cuando ya te hayas deleitado con el abundante y bien conservado patrimonio de Olivenza te espera una ruta senderista de unos 10 kilómetros en la Sierra de Alor con paisajes de gran belleza.

La aldea de San Jorge de Alor, a 6 kilómetros de Olivenza, ofrece al visitante la posibilidad de desviarse unos 500 metros y comenzar una ruta a pie por caminos anchos y bien señalizados.

Es una ruta entre olivares y plantas aromáticas hasta verse rodeado de la joya de la corona: la Rosa de Alejandría o Peonía. Pero si eres buen observador, también descubriras un buen número de pequeñas orquídeas.

Peona o Rosa de Alejandría

La Sierra de Alor está declarada Zona de Especial Conservación por su gran valor ecológico y el buen estado de conservación de su área.

En esta ruta vamos a encontrar miradores, chozos, fuentes o el refugio del bandolero Diego Corrientes.

Durante todo el recorrido también se podrán observar multitud de aves y plantas que regalan entre marzo y mayo su mejor versión como son el orégano, la menta y el tomillo.

Un paseo entre olivos, encinas, orquídeas y plantas aromáticas que será inolvidable.

¿Y qué decir de las aves que nos acompañarán durante el recorrido?

Será fácil observar el carbonero común o al herrerillo y algunas rapaces, así como también podrá verse algún conejo y pequeños reptiles.

Y tras esta preciosa ruta por el campo extremeño, nos espera la coqueta y bella Olivenza, siempre hospitalaria con el visitante.

Durante siglos España y Portugal se disputaron la pertenencia de Olivenza, hasta que a principios del siglo XIX pasó a ser definitivamente territorio español.

Fundada en el siglo XIII por la Orden del Temple, al estar tan próxima a la frontera lusa, Portugal hizo de Olivenza la villa privilegiada y fortificada que conocemos hoy. Por ese motivo, la estructura y arquitectura de sus calles de adoquines y edificios con arcadas y casas blancas llevan azulejos con el nombre en portugués y español.

En Olivenza no hay que dejar de visitar la Casa de la Misericordia y la Torre de Homenaje de la antigua fortaleza templaria, hoy convertida en Museo Etnográfico.

Importante también el Palacio Municipal, la Panadería del Rey (el antiguo cuartel de Intendencia levantado en el siglo XVIII).

Y dentro del patrimonio religioso, de obligada visita son la iglesia de Santa María del Castillo de los siglos XVI y XVII y la de la Magdalena, del siglo XVI.

Y un paso por la Avenida de Portugal, conocido como Paseo Chico, el Parque de los Pintasilgos y el impresionante Puente Ajuda, hoy en ruinas completarán esta visita patrimonial.

Pero la visita realmente concluye probando su rica gastronomía, con claras influencias de la cocina portuguesa, y entre ellas la Técula Mécula, dulce típico de la ciudad elaborado con almendra, azúcar, yemas de huevo, harina y manteca de cerdo que recuerda al mazapán. ¡toda una delicia que no os debéis perder!

Olivenza. Fortaleza

 

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