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Semana Santa en Extremadura: tradición, emoción y patrimonio vivo

POR ExtremaSensación - 17/04/2025

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Extremadura guarda en su interior una Semana Santa intensa, profundamente arraigada y reconocida por su valor patrimonial y religioso. Algunas de sus celebraciones han sido declaradas de Interés Turístico por su singularidad, su riqueza artística y la implicación de las cofradías y vecinos. A continuación, repasamos algunas de las más destacadas.

Cáceres, sobriedad y piedra

La Semana Santa de Cáceres, declarada de Interés Turístico Internacional en 2011, impresiona por su estética austera y el marco incomparable de su casco histórico, Patrimonio de la Humanidad. Las procesiones recorren callejuelas silenciosas entre palacios y torres, acompañadas por el sonido seco de los tambores y el arrastre de cadenas. La Hermandad de los Ramos, el Cristo Negro o la Cofradía de la Vera Cruz protagonizan algunos de los momentos más sobrecogedores.

Mérida, procesiones entre vestigios romanos

La Semana Santa de Mérida, declarada de Interés Turístico Internacional en 2018, combina la fuerza de la tradición con un escenario único: el paso de los cortejos por enclaves como el Arco de Trajano o el Templo de Diana. Destacan la Hermandad de la Sagrada Cena o la del Calvario, que cruzan lugares cargados de historia y convierten cada procesión en una experiencia estética y espiritual.

Jerez de los Caballeros, barroco y devoción

En el suroeste extremeño, la Semana Santa de Jerez de los Caballeros cuenta con la declaración de Interés Turístico Nacional desde 2015. Las procesiones, muy vinculadas al arte barroco y a una tradición cofrade centenaria, recorren las empinadas calles de esta localidad monumental con imágenes de gran valor artístico y un público entregado. Las saetas, los tambores y la iluminación nocturna acentúan el dramatismo de los pasos.

Badajoz, participación y arraigo

La Semana Santa de Badajoz ha sido reconocida como Fiesta de Interés Turístico Internacional en 2025. La ciudad vive con intensidad las estaciones de penitencia, en las que participan más de treinta pasos a lo largo de la semana. Las procesiones atraviesan tanto el centro histórico como los barrios más modernos, reflejando una participación social muy amplia y una identidad cofrade en crecimiento.

Oliva de la Frontera, pasión representada

En Oliva de la Frontera, la Semana Santa se vive también desde el teatro popular. La Pasión Viviente —declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional en 2018— es una representación multitudinaria que involucra a cientos de vecinos, con escenas que se desarrollan al aire libre, en espacios naturales y urbanos. El realismo, la implicación y el respeto con que se lleva a cabo esta representación hacen de ella un referente cultural y religioso en la región.

Valverde de la Vera, promesa en la noche

La noche del Jueves Santo, las calles de Valverde de la Vera se transforman con la aparición de los Empalaos. Es una de las tradiciones más singulares de toda la península, reconocida como Fiesta de Interés Turístico Nacional desde 1980. Hombres anónimos, cumpliendo promesas personales, recorren en silencio las calles descalzos, con el torso cubierto de sogas y un timón de madera sobre los hombros. No hay procesión que los acompañe, solo respeto.

 

El mapa de la Semana Santa en Extremadura es amplio y diverso. Más allá de las celebraciones más reconocidas, hay muchas otras localidades que conservan sus tradiciones y bien merecen ser visitadas. Recorrerlas en estas fechas permite descubrir no solo el fervor religioso, sino también una forma de habitar el tiempo y la memoria.

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